
¡Por fin! No veía el momento de actualizar el blog. Y no es que haya dejado de hacer cosas, pero no tenía ni tiempo ni luz para hacer fotos en buenas condiciones. Y a medida que se acerque el invierno va a ser peor. Bueno, será cuestión de organización, supongo. O al menos, eso espero.
El postre de hoy, el Chocolate Cola Cake, es un pastel archiconocido en los espacios culinarios de internet. Lo hizo famoso un prestigioso cocinero británico, James Martin. Para los curiosos, la receta está en infinidad de sitios. Ojo con las cantidades, porque cada uno hace variaciones a su medida y luego la difunde como mejor le parece. No digo que sea positivo o negativo que se adapten las recetas, pero el tema de publicarlas ya es otro cantar. Ya no sería la receta de James Martin si modificamos los ingredientes, sin embargo, se le sigue poniendo el mismo nombre. Tanto en su página web como en youtube existe un vídeo con la preparación paso a paso de este postre. Esa es la buena.
En una primera lectura, la receta no es más que un bizcocho de chocolate con una cobertura. Así es, pero ya cuando indagas un poco más, ves la preparación, los ingredientes y el resultado final entonces descubres que NO es un simple bizcocho de chocolate. El color, el olor, la textura y el sabor dan buena cuenta de ello.
Parece una bomba de chocolate, y aunque resulte increíble, la cantidad que lleva es relativamente poca. No es un bizcocho seco, pero tampoco es tan compacto como un brownie. Su textura es densa y húmeda y es una delicia para el paladar.
La Coca-Cola es la verdadera intriga de este pastel. Sinceramente, no sabe a Coca-Cola, pero sí que le da un toque especial. Además cumple otra función, ya que al mezclarla con los demás ingredientes actúa como gasificante a la hora de hornear.
Recién salido del horno ya tiene una pinta tremenda, pero el punto exacto para degustar este pastel se consigue después de un día en la nevera. Con la cobertura puesta, por supuesto, para que las dos cosas se solidifiquen y el sabor del chocolate sea más intenso. En mi caso, la cobertura no es todo lo sólida que hubiese querido (la original queda más durita) pero se me iba la luz y no podía esperar más, tenía que hacer las fotos. Aún así, creo que esos chorretones de chocolate la hacen igualmente irresistible. Un trozo de mi corazón ya pertenece a este pastel.
